Vergüenza Ajena. Galileo, 56 . Madrid. Habíamos quedado a las 19:30 h. Llegamos media hora antes, por lo de A quien madruga Dios le ayuda. Conocemos a los dueños de este Café-Bar-librería o librería-Café-Bar: Manuel y Álvaro y María; solo conseguimos retratarles a ellos; María sale disparada a cumplir algún mandado, que dicen las abuelas, perdiéndose ya para siempre en la noche de Madrid…

Álvaro, como ven, complacido de salir en las fotos

Manuel, tal cual.
Llegados a este punto les recomendamos el brownie casero -eso nos pareció- con chocolate caliente y helado de vainilla.
Y seguimos.

Como la gente tardó en llegar más de lo razonable (a las 19:30 aún no había más de 10 personas en el local) aprovechamos para hacer pruebas con el objetivo, ¿ven que no se ve el fondo apenas? Pues eso es.
Empezaríamos sobre las ocho de la tarde. La gente aprovechó para fumar…

El autor, esperando en la calle. Qué nervios… Vaya si no viene nadie.
…curiosear…

No sabemos su nombre. Esta foto es un homenaje a quienes están a su hora en los sitios. «La puntualidad es virtud de príncipes»
…y charlar.

Pablo Cerezal antes de la presentación, charlando con un grupo de amigos puntuales.
Y sin apenas darnos cuenta, lleno:

Así estaba la plaza.
Por fin, se apagan las luces (lo cual explicará que no se vea una torta en alguna de las fotos a partir de ahora)

El público, como ven, entregado desde el principio
«Con la primera novela que publicó José G.Cordonié, él mismo advertía, en el título de la novela: Esto no es una puta novela negra. Efectivamente, no lo era; reinventó totalmente el género. Con El amor es un revólver cargado por el diablo vuelve a hacerlo: no es una puta novela romántica, pero os aseguro que reinventa por completo lo que es una novela romántica. Y aquí pienso en D.H.Lawrence, Henry Miller…», comienza así Pablo la presentación del libro. «Igualmente, reinventa la novela urbana, ahora tan de moda»

José contaría que en una ocasión le tocó hacer un comentario de texto sobre una novela de Corín Tellado. Cómo afectó aquel episodio ocurrido en su más tierna adolescencia es algo que no podremos acabar de comprender en toda su magnitud nada más que cuando pasen aún más años, más novelas… Si hace historia ya saben, porque aquí lo han leído, por qué fue.
«En esta obra paseamos también por la música. Tiene un maravilloso apéndice, la banda sonora de la propia obra, que consigue, junto con la misma historia que narra, que le demos un sentido distinto y quizás más cercano a lo que los autores de esas canciones querían decir. Nade como Cordonié, os lo puedo asegurar, para crear tramas intensas y tremendamente divertidas y amenas».

Pablo, durante su intervención
Continúa Pablo: «Lo curioso de esta novela es que, no dejando de ser una novela, contiene muchas novelas dentro. A muchos de vosotros, cuando la leáis, os pasará como a mí, ‘qué putada que sea tan corta, debería tener el doble de páginas’, se queda uno con ganas de saber más sobre las historias que se van desgranando. Desde aquí le animo a que retome la vida de toda esa gente que va apareciendo a lo largo de la novela, que comience ya a escribir esas historias».

José G. Cordonié, nada más empezar, dándonos las gracias a todos.
«Cada vez que me enfrento a la página en blanco intento hacer algo diferente. En esta ocasión me dije “¿Por qué no hacer una novela de amor?”. Y eso es lo que he hecho. ¿Que hay un payaso? Sí. ¿Que hay un cierto tinte negro? También, sí. Pero es una historia de amor, una historia romántica», explica José.

El público absorto II
«El amor es un revólver cargado por el diablo es una novela de amor y de desamor, realmente. De amor derrumbado. Un amor sin rumbo. Trata de la vida de un dibujante de cómic, Martín Pecador, que es un pobre hombre, un dibujante nada más, al que un buen día su mujer abandona, y de cómo esta persona, totalmente hundida en la más mísera de las tristezas, intenta rehacer su vida… siempre con el trasfondo de Ella, el personaje femenino. Por eso es una historia de amor. Salpicada, como bien ha dicho Pablo, por elementos urbanos; es una persona que vive la noche, trascurre en el barrio de Lavapiés, también en Pacífico; aparece un asesino, no podía faltar el tinte negro que a mí tanto me gusta, El asesino del vaso de leche; muchos son elementos que me persiguen desde hace muchos, muchísimoas años».

El libro va dedicado al amor, cuando se hace.
«El libro va dedicado al amor, cuando se hace».
Y así se lo dejo. Lean, lean, que casi nunca duele.