El omnipresente deporte rey, en días también especialmente monárquicos o republicanos, según cada cual, se coló en la presentación de la editorial Varasek en Café Molar. « Mi padre ya no está, pero tampoco estaría aquí porque se quedaría viendo el fútbol», indicaba Gabriel Viñals, hijo de José Viñals, evitando incluso la presencia del espíritu del poeta argentino fallecido en el año 2009. Allá donde esté, si está en algún sitio del término municipal al que nos lleva la Parca, desde luego sería con la albiceleste. Fue el colofón a un acto donde, siguiendo con los términos balompédicos, en este caso mal usados siempre al proceder del hockey –lo que no amedrenta a los periodistas del gol- se coló un hat trick, tres poéticos goles representados por Manicomio, del peruano Maurizio Medo, Ejido de las ciudades y Composición del Mar, de Miguel Marinas, y Entrevista con el Pájaro, del comentado José Viñals.
Maurizio Medo participó en el encuentro mediante videoconferencia para recitar uno de sus poemas, evitando hablar de su obra dando una explicación sencilla y convincente para ello: «Umberto Eco en los años 70 decía que era más difícil que autor hablara de su obra a que un cirujano se operase las hemorroides». La súbita e inesperada aparición de las almorranas estuvo precedida sin embargo de la introducción a su obra por parte de otro poeta, Benito del Pliego, que realizó un prolijo y profundo análisis de Manicomio, sin que su rigor fuese en ningún momento amigo del tedio. Más bien lo contrario. Del Pliego indicó que esta obra se ensamblaba «a base de una rara mezcla de géneros, referencias, hablas, estas mismas chirriantes, chocantes, contrapuestas», captando la esencia de un conjunto de poemas empeñado en comunicar lo difícilmente comunicable gracias a la utilización de recursos de todo tipo. Este intento de construcción de un lenguaje, o quizá de purificación, finalmente no se sabe si traslada la voz de los locos o de los demasiado cuerdos, extremos que se tocan no se sabe muy bien cómo en una obra donde, citando a Del Pliego de nuevo, «lo poético no es una forma convencional, lo que lo hace por el contrario tan atractivo es su extrañeza, hasta su monstruosidad».
La reedición de Manicomio, publicado originalmente en 2004, revitaliza en España un lenguaje mestizo o cholo, que refresca con los decires y cadencias hispanoamericanas el muchas veces encorsetado y estancado castellano. Sólo distinto otras tantas. Las voces de los alienados o, como indicamos, de los excesivamente lúcidos, se niegan a entrar en un lenguaje razonable, simbolizado aquí, por contra, como un manicomio del que liberarse. Esta dualidad del libro se encuentra también en sus intenciones, pues Manicomio se presenta como un homenaje y a la vez una crítica sobre las pretensiones de la propia vanguardia.
alicia (la confesión de Carroll)
excucusadme si os retraté con el cucuello ajirafado
o popor retratarla fefetal en una madriguera.
tatataaanta insistencia vuestra por oír aventuras.
sois la bebelleza atroz que escuece mi coconciencia
y cuaaaando os contemplo así de ensimismado
es que aando prepreguntando de qué sueño sois origen.esta almama mía, rudi men ta ria y aritmética vive
sola babajo esta apariencia vuvulnerable. soy cacasi
una hecatombe que caaeeeeee dentro de vuestro
edénico seendedero y contrito presiéntete la muerte
de mi mi amor.-cortadle la cabeza- sentenció vuestra mamadre.
que no os aflija. veveo aún como dibubujabais
oníniricas estampas bogando allá en el isis.
alicia, os coconvertiste en un innnstante eterno
en mi rereloj mamás nunca os confefesé del amor
que provocó.aunque fuere yo un humimilde tutor inmerso
en la mamatemática y la lógica,
¿seríais fe feliz siendo mi esposa? (gulp)
búsquememe en el revés de vuestro espepejo.os espero alicia.
yo os espero.
Y si Manicomio toca extremos, se puede decir lo mismo de la colección Bucaneers de Varasek, que publica un libro tan distinto como el doble Ejido de las Ciudades/Composición del Mar, de Miguel Marinas, mucho más próximo a la tradición lírica donde, mediante poemas sencillos, se funde lo exterior y lo interior, el paisaje y los pensamientos. «Son dos libros y un sólo impulso de escritura», señalaba la poeta Olvido García Valdés, que se centró sobre todo en Ejido…, un viaje poético centrado en Castilla, y que contiene todavía «incursiones del campo en la ciudad que constituyeron la memoria infantil, modos de vida todavía no regulados por la economía capitalista, tierra de nadie, mirada lateral», como indicaba García Valdés. León, Ávila, Toledo o el Valle del Alberche, junto a algunas zonas de Portugal representan el mantenimiento de una pureza o ingenuidad a la que se acude como recuerdo, aunque se sepa falsa, un sostén al que acudir para llevar a término los combates cotidianos
ÁVILA
la lenta luz de las ciudades
volcadas sobre sí, replegadas
como sombras
de vegetales marañas,
la luz se entrega en armonía breve
de estampa antigua, pero en todo
reverbera la voz enorme del presente,
por las piedras, las calles, las solanas
y el resol de una fachada de una casa que sosiega
y encaja la avidez de la mirada
soledad de las ciudades:
crecen los libros anotados
y las sangres se derraman fuera de las páginas
es la mentira de la cigüeña
quieta en el pináculo.
En la segunda parte o segundo libro, Composición del Mar, ese viaje se hace definitivamente interior, los poemas resultan todavía más sencillos y el mar se torna símbolo acaso como homenaje a tantos escritores que lo han convertido en el vehículo de su expresión. Hay lugar para cuestionarse, para la ironía aplicada a uno mismo, para un descreimiento que mantiene, sin embargo, el humor y la ternura:
este borde de mar
que miro y camino
se mofa, creo,
con rumor decidido
de los que llaman
mares lejanos
Y volvemos al principio, mientras se oyen en los bares los gritos de los aficionados al fútbol, si bien pocos ya en España habida cuenta del batacazo de la selección, a ese José Viñals que podría estar celebrando de alguna forma los goles de Messi, y que con Entrevista con el pájaro inició las que serían todas sus claves poéticas. Publicada en España en 1986, Varasek recupera un texto casi imposible de encontrar en este país. El original fue publicado en Argentina en 1969.
Este libro combina prosa poética y género aforístico de una forma personal, menos tendente a ofrecer un destello de sabiduría o una enseñanza al uso que a crear una duda en el lector gracias al intenso lirismo.
Ah, pájaro mecánico, hecho con desperdicios por cons-
tructores miserables, pieza herrumbrada del reloj, fonó-
grafo de plumas, tartamuda oropéndola de lata.No eres tú a quien convoca mi lengua. Vete a piar a un
orbe de boñigas, a la juguetería del escándalo.
Viñals reconocía la influencia de William Blake y de Antonio Porcha en esta interesantísima entrevista. A un lado el enérgico visionario, al otro el inspirado escritor de aforismos. La combinación de ambas tendencias hacen de Entrevista con el pájaro un libro que se puede calificar perfectamente de único y raro.
Y ya podemos seguir con el fútbol.
[Puedes ver el resto de fotografías que hizo Manu Granadero en este enlace]